Rubén Darío:
Ciudad Darío, Matagalpa, 18 de enero de 1867 - León, 6 de febrero de 1916), fue un poeta, periodista y diplomático nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. Es, posiblemente, el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado príncipe de las letras castellanas.
La evolución poética de Rubén Darío está jalonada por la publicación de los libros en los que la crítica ha reconocido sus obras fundamentales: Azul... (1888), Prosas profanas y otros poemas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905). Antes de Azul... Darío escribió tres libros y gran número de poemas sueltos, que constituyen lo que se ha dado en denominar su "prehistoria literaria". Los libros son Epístolas y poemas (escrito en 1885, pero no publicado hasta 1888, con el título de Primeras notas), Rimas (1887) y Abrojos (1887).
El primer intento por parte de Darío de escribir una novela tuvo lugar a poco de desembarcar en Chile. Junto con Eduardo Poirier, escribió en diez días, en 1887, un folletín romántico titulado Emelina, para su presentación al Certamen Varela, aunque la obra no se alzó con el premio. Más adelante, volvió a probar fortuna con el género novelesco con El hombre de oro, escrita hacia 1897, y ambientada en la Roma antigua.
El interés de Darío por el relato breve es bastante temprano. Sus primeros cuentos, "Las albóndigas del Rhin" y "Los diamantes del coronel" datan de 1885-1886. Son especialmente destacables los relatos recogidos en Azul..., como "El rey burgués", "El sátiro sordo" o "La muerte de la emperatriz de la China". Continuaría cultivando el género durante sus años argentinos, con títulos como "Las lágrimas del centauro", "La pesadilla de Honorio", "La leyenda de San Martín" o "Thanatophobia".
TARDE DEL TRÓPICO
Es la tarde gris y triste.
Viste el mar de terciopelo
y el cielo profundo viste
de duelo.
Del abismo se levanta
la queja amarga y sonora.
La onda, cuando el viento canta,
llora.
Los violines de la bruma
saludan al sol que muere.
Salmodia la blanca espuma:
¡Miserere!
La armonía el cielo inunda,
y la brisa va a llevar
la canción triste y profunda
del mar.
Del clarín del horizonte
brota sinfonía rara,
como si la voz del monte
vibrara.
Cual si fuese lo invisible...
Cual si fuese el rudo son
que diese al viento un terrible
león.
Es la tarde gris y triste.
Viste el mar de terciopelo
y el cielo profundo viste
de duelo.
Del abismo se levanta
la queja amarga y sonora.
La onda, cuando el viento canta,
llora.
Los violines de la bruma
saludan al sol que muere.
Salmodia la blanca espuma:
¡Miserere!
La armonía el cielo inunda,
y la brisa va a llevar
la canción triste y profunda
del mar.
Del clarín del horizonte
brota sinfonía rara,
como si la voz del monte
vibrara.
Cual si fuese lo invisible...
Cual si fuese el rudo son
que diese al viento un terrible
león.
PEGASO
Cuando
iba yo a montar ese caballo rudo
y
tembloroso, dije: «La vida es pura y bella.»
Entre
sus cejas vivas vi brillar una estrella.
El cielo
estaba azul, y yo estaba desnudo.
Sobre mi
frente Apolo hizo brillar su escudo
y de
Belerofonte logré seguir la huella.
Toda
cima es ilustre si Pegas o la sella,
y yo,
fuerte, he subido donde Pegaso pudo.
Yo soy
el caballero de la humana energía,
yo soy
el que presenta su cabeza triunfante
coronada
con el laurel del Rey del día;
domador
del corcel de cascos de diamante,
voy en
un gran volar, con la aurora por guía,
adelante
en el vasto azur, ¡siempre adelante!
José Martí:
(La Habana, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, 19 de mayo de 1895) fue un político republicano democrático, pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano de origen español, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria. Perteneció al movimiento literario del modernismo.
Principales Obras: En el campo de la poesía sus obras más conocidas son las siguientes:
- Ismaelillo (1882)
- Versos sencillos (1891)
- Versos libres (1878-1882)
- Flores del destierro (1878-1895).
Sus ensayos más populares son:
- El presidio político en Cuba (1871)
- Nuestra América (1891).
CON LA PRIMAVERA
Con la
primavera
Viene la
canción,
La
tristeza dulce
Y el
galante amor.
Con la
primavera
Viene
una ansiedad
De
pájaro preso
Que
quiere volar.
No hay
cetro más noble
Que el
de padecer:
Sólo un
rey existe:
El
muerto es el rey.
SUEÑO DESPIERTO
Yo sueño
con los ojos
Abiertos,
y de día
Y noche
siempre sueño.
Y sobre
las espumas
Del
ancho mar revuelto,
Y por
entre las crespas
Arenas
del desierto
Y del
león pujante,
Monarca
de mi pecho,
Montado
alegremente
Sobre el
sumiso cuello,?
Un niño
que me llama
Flotando
siempre veo!
Amado Nervo:
Poeta, autor también de novelas y ensayos, al que se encasilla habitualmente como modernista por su estilo y su época, clasificación frecuentemente matizada por incompatible con el misticismo y tristeza del poeta, sobre todo en sus últimas obras.
Amado (2006): Lunes de Mazatlán: crónicas 1892-1894, Obras de Amado Nervo; edición, estudio y notas de Gustavo Jiménez Aguirre. México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2006. ISBN 978-970-32-2295-1. Consultado el 15 de noviembre de 2009.
EL FANTASMA Y YO
Mi alma
es una princesa en su torre metida,
con
cinco ventanitas para mirar la vida.
Es una
triste diosa que el cuerpo aprisionó.
y tu
alma, que desde antes de morirte volaba,
es un
ala magnífica, libre de toda traba...
Tú no
eres el fantasma: ¡el fantasma soy yo!
¡Qué
entiendo de las cosas! Las cosas se me ofrecen,
no como
son de suyo, sino como aparecen
a los
cinco sentidos con que Dios limitó
mi
sensorio grosero, mi percepción menguada.
Tú lo
sabes hoy todo..., ¡yo, en cambio, no sé nada!
Tú no
eres el fantasma: ¡el fantasma soy yo!
ÉXTASIS
Cada
rosa gentil ayer nacida,
cada
aurora que apunta entre sonrojos,
dejan mi
alma en el éxtasis sumida...
¡Nunca
se cansan de mirar mis ojos
el
perpetuo milagro de la vida!
Años ha
que contemplo las estrellas
en las
diáfanas noches españolas
y las
encuentro cada vez mas bellas.
Años ha
que en el mar, conmigo a solas,
de las
olas escucho las querellas,
y aun me
pasma el prodigio de las olas!
Cada vez
hallo la Naturaleza
más
sobrenatural, más pura y santa,
Para mí,
en rededor, todo es belleza;
y con la
misma plenitud me encanta
la boca
de la madre cuando reza
que la
boca del niño cuando canta.
Quiero
ser inmortal, con sed intensa,
porque
es maravilloso el panorama
con que
nos brinda la creación inmensa;
porque
cada lucero me reclama,
diciéndome,
al brillar: «Aquí se piensa,
también
aquí se lucha, aquí se ama».
Leopoldo Lugones:
(Villa de María del Río Seco, Córdoba, Argentina, 13 de junio de 1874 - Tigre, Buenos Aires, Argentina, 18 de febrero de 1938) fue un poeta, ensayista, periodista y político argentino.
Leopoldo Lugones nació el 13 de junio de 1874 en la localidad de Villa de María del Río Seco, ubicada en el norte de la provincia de Córdoba. Era el primogénito de Santiago M. Lugones y Custodia Argüello. Su padre, hijo de Pedro Nolasco Lugones, regresaba de la Ciudad de Buenos Aires a Santiago del Estero cuando conoció a Custodia Argüello al detenerse en Villa de María, localidad que era en ese entonces disputada entre las provincias de Santiago del Estero y Córdoba. Fue su madre quien le enseñó a Leopoldo las primeras letras y fue responsable de una formación católica muy estricta.
- Historia Social de la Literatura Argentina, Tomo VII, Yrigoyen, entre Borges y Arlt (1916-1930), David Viñas (Director), Graciela Montaldo y colaboradores, Buenos Aires, Editorial Contrapunto, 1989.
- Leopoldo Lugones y los judíos: las contradicciones del nacionalismo argentino, Allan Metz, ISBN 950-9829-35-8.
- Lugones, defensor de los judíos, de Edgardo Cozarinsky (París 1998, para La Nación).
LA CACHILA
Un
gemidito titila.
Por el
aire, donde en vilo,
Como
colgada de un hilo
Va
subiendo la cachila.
Allá
cerca ha hecho su nido,
De la
huella que en el barro
Deja la
mula del carro
Al pasar
cuando ha llovido.
Y así el
pajarillo blando,
Entre el
riesgo y el estruendo,
Vive
volando y gimiendo,
Muere
gimiendo y volando.
LUNA MALIGNA
Con
pérfido aparato
De
amorosa fatiga,
Luce su
oro en la intriga
Y en el
ojo del gato.
Poetas,
su recato
No pasa
de su liga;
Evitad
que os consiga
Su fácil
celibato.
Su dulce
Shakespeare canta
Su
distinción de infanta de naranja;
Mas,
cuando su alma aduna
Con
Julieta infelice,
Swear not by the moon, dice:
"No
juréis por la luna" .....
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